jueves, 30 de diciembre de 2010

Bendita mi suerte

Para el 2011...

...amar y vivir, y aprender a querer y a reir.

martes, 28 de diciembre de 2010

Mierda con olor a rosas

El ser humano por naturaleza es sociable, aunque unos más que otros, pero los que más, adquieren de serie el compromiso de ser fiel y agradable para con los demás. O más bien debería corregir y decir la obligación... No todos se comprometen... De hecho diría que nadie, absolutamente nadie en este mundo se compromete del todo... ¿Quién no le ha procurado un buen corte de manga a las espaldas de alguien en alguna ocasión? yo diría que todos hemos hecho eso al menos una vez, y sin ir muy lejos a nuestro jefe... Y es simple. En el momento que nos putean pues puteamos, o por lo menos insultamos, ¿no? Ahí ya está el detonante del que hablaba antes, y quizá esté resumido al dicho de devolver con la misma moneda, pero para mi, el hecho de que la moneda tenga dos caras (y tres dimensiones), define claramente el tipo de compromiso de cada uno, dependiendo del lado en la que caiga... Me explico...

El que en un momento de "desilusión" con el prójimo se limita a insultar, despotricar, amoratarse las corvas de los codos, maldecir, criticar, desgañitar a solas, ensuciar la imagen, poner en entredicho e incluso sacar falsos rumores es el de la cara B. El que se queda como está pero encima se lleva la palma de la desilusión, de la hostia dada, del desagradecimiento, se queda con la cara de tonto, la resignación y rabia, la impotencia e incluso con la autoestima por los suelos. Pero al menos se descarga, aunque el otro ya haya cumplido su objetivo de darle con la moneda en todo el ojo.

El de la cara A es el que se hace escuchar. Es aquel que no consiente que se le ponga nadie por encima, por mucho poder social que tenga, el que esquiva la moneda pero es rápido en recogerla y devolverla. Se queda con el pecho fuera, pisando fuerte y moviendo masas. Aquel al que si a alguien se atreviera a lanzarle la primera moneda, cayera por la cara que cayera, las que recibiera ese alguien serían todas por la cara A.

Y como siempre hay una excepción que confirma la regla, se puede dar el caso en que la moneda caiga de canto. La impotencia trae culpabilidad, el pasotismo indiferencia, la falta de reflejos la bufa, y la reiteración falta de confianza. Estos son sin duda a los que se la meten doblada... entre los que no hay dos sin tres, y siempre una misma piedra hijadeputa en el camino justo donde plantan el pié. Incapaces de tomar una válvula de escape abierta donde buscar el miramiento de los demás, y pasar a un estado en el que encontrarse a salvo es una tarea difícil cuando lo que más le importa es la gente con la que se sienten  importantes para ellos, por lo menos en la lucha, dedicación, altruismo y tolerancia. Y se quedan sin fuerzas para devolver nada... 

En resumen es considerable pensar que al ser humano se la trae floja el hecho de ser sociable por naturaleza. Al fin y al cabo donde las dan las toman, y si el hombre tomó la aptitud de ser sociable sin acatar ciertas reglas, lo normal es que reciba mierda con olor a mierda por mucho que procure perfumarla.

¿De qué lado te suelen caer a tí?

viernes, 24 de diciembre de 2010

Y mañana Navidad

Dentro de unas horas me dispongo a pasar con mi familia prácticamente un día entero. Cena hoy y comida mañana. La noche no, la noche es mia. Me voy a mi casa, a celebrar mi Nochebuena conmigo, con mi gata, mi guitarra y mi internet.

Hace tiempo que no cogía la Nochebuena con algo de ganas, me lleva mucho tiempo pasando que, cuando entra el mes de diciembre, me entran las prisas para que pase cuanto antes, o al menos que llege la Nochevieja pensando que la Nochebuena es un trago que inevitablemente hay que pasar. Y es curioso que este sentimiento esté de moda en lo que llevamos de introducción a estas fechas, que por cierto cada vez es más prolongada y comercial... en total habré escuchado a tres ó cuatro personas nada más que les encante. Claro que también está de moda que esté de moda pasar de la  Navidad. Hay gente que se atreve a decir porqué ocurre este fenómeno social y surgen muchas opiniones. Yo no es que tenga una opinión, yo es que he encontrado la forma de estar en contra de todas esas opiniones y análisis sociales, porque ya, es que ni con la familia al modo más tradicional de estas fechas, se despierta el nostálgico espíritu de guirnaldas, panderetas, villancicos, turrón y Misa del Gallo. Pero bueno, de esto ya habla mucha gente, y yo he venido aquí para hablar de mi libro...

A mi este año me motivan muchas cosas: este año no me voy a estresar con los quehaceres culinarios, y que conste que me gusta, tanto la cocina como la complicidad entre todos de toda la vida en el hogar fraternal... Pero esta vez no me ha tocado hacer el postre, alguien tiene que estar jugando con las sobris, y animando los prolegómenos con la elétrica tocando, cantando y bailando al compás de los Beatles, Pekenikes y demás.
Me motiva también que mañana libro, y que pasao descanso, así que me daré prisa en disfrutarlo. En el momento en que mi padre esté roncando en el sillón, no se pueda hacer ruido para no despertar a las niñas, y me haya tomado la copita de rigor con mi cuñao, disfrutaré  horrores el momento en el que esté hechando un cigarrillo en el coche de camino a casa...

Así que, hablando de mi libro, la solución está en resumir la experiencia navideña actual antes de que te lo pases bien, total es cuestión de 24 horas que lo estés comentando con los demás, evitando no escucharte decir a cambio un bien.. tranquilitos... con la familia... Y pasar cuanto antes al Feliz Año Nuevo. Considero que es la mejor forma de quitar el mal sabor de boca que se tiene en estas fechas.

Y, lo dicho, que os traigan muchas cosas los Reyes Magos.

martes, 21 de diciembre de 2010

Garage 16

        El concierto llevaba más de veinte minutos de retraso sobre la hora estipulada, y el gerente de la sala The Cave ya le había advertido a Sara que no podían tardar mucho más en empezar, la gente se estaba impacientando. La presión de la fundadora y lider de Cochera 16, grupo emergente de rock en la ciudad, iba en aumento y ya no sabía cómo tranquilizar a los demás componentes y amigos. Se denotaba una clara mezcolanza de estados nerviosos en sus rostros con sonrisas forzadas y tragos apurados de cerveza a los pies del escenario. Era la presentación de su primer disco, un momento especial y más que esperado del que sabían que podían sacar tajada al fín después de tanto esfuerzo durante meses por sacar su sueño a la luz. Justo en el momento en el que el se dieron cuenta de que gerente se acercaba a los músicos con cara de no muy buenos amigos, Sara sintió una sombra apresurada a su lado, Cesar acababa de llegar, con guitarra al hombro, pantalones rotos y camiseta negra ajustada con un extraterrestre rojo serigrafiado en el centro.
        --¡Ey! Jorge! Qué casualidad! Justo en este momento iba a buscarte para decirte que empezamos cuando tu quieras-- Se apresuró a decirle al gerente con cara de susto y cabreo, tras dedicarle una matadora mirada al guitarrista nada más llegar.
        --Pues no sé a qué estais esperando. Pienso descontaros del bolo la pasta que estamos perdiendo en chupitos gratis para que la gente no se vaya y compre vuestro ruidoso disco-- le contestó el gerente con dedo amenazante casi postrado en la cara de la cantante mientras los demás se iban subiendo al escenario, a la vez que aumentaban los pitidos del público cada vez más impaciente.

        Cesar era un hombre en apariencia normal, pero algo en él le declaraba de personalidad extraña sin ni si quiera conocerle antes. A pesar de su típico estilo de guitarrista de rock  de pelos desaliñados, barba de tres días, ropa más que aprovechada y dedos amarillos por culpa del tabaco, su presencia emanaba un olor discordante aunque agradable, proporcionaba una sensación inquieta aunque no amenazante. Aún siendo un chico que contagiaba la tranquilidad de sus movimientos, de mirada tranquila y sincera, callado y prudente, había algo en él que se contradecía con su disciplina de músico y virtuosismo con guitarra eléctrica en mano. Tal vez desencajaba en la ambición de éxito de los demás, puede que descuadrara en la emoción que los temas llevaban intrínsecos por ser reveladores, nuevos, modernos y artísticos en plenitud a las vistas del grupo entero, autores todos ellos de un sueño adolescente que adquiría título a la edad de una curtida de experiencia y paciencia en un momento que todos estaban esperando sin fecha de estreno. Pero no les quedaba otra opción. Este guitarrista era el único que destacaba en las características que buscaban en el sustituto que, tan sólo un mes antes del casting de urgencia que se vieron obligados a convocar, había desaparecido sin mediar palabra más que con un mensaje en el foro cerrado del grupo alegando que simplemente no estaba preparado para este proyecto. Cesar poseía una gran capacidad de retención, dominaba sin esfuerzo aparente las escalas en el mástil de la eléctrica, innovaba humildemente en cada solo de cada tema sin salirse de tono y estilo, abduciendo al personal, ya fuera en esayos o audiciones, dotando a cada canción de un acento inesperado que hacía exaltar al grupo entero, provocando una euforia desapercibida en la consciencia de los oídos de quienes en esos momentos se encontraran en el local en el que estuvieran tocando. Aún así había algo en él que rompía el ritmo, que descalibraba el metrónomo de todos...


CONTINUARÁ...

lunes, 20 de diciembre de 2010

En su momento me presentaré...

...pero ahora solo quiero escribir.

Cada vez tengo más claro que me moriré mirando un reloj. Sé, muy a mi pesar, que el tiempo es mi mayor aliado, pero también sé que me hace sufrir como le da la gana...

Gracias a determinados momentos de mi vida he aprendido que el tiempo lo cura todo, que lo pone todo en su lugar, que me otorga de paciencia, que cada cosa viene a su tiempo, que me aclara las cosas, que con la arruga no hay duda, que más vale tarde que nunca, que es mejor que me vista despacio cuando tengo prisa... Pero también me ha enseñado que hay más tiempo que vida... y la vida se va... vuela... igual que el tiempo...

Últimamente sólo sé sorprenderme a mi misma mirando al reloj, absorta, sin conocimiento de consciencia real de mi propia vida, solo esperando, esperando, esperando... sin disfrutarlo. No me importa. Sólo me importa cuando llega la hora sin saber qué hora es; ese es el momento de quitarle la pila, de romperle la cuerda, de respirar lento y sentir que el tiempo pasa despacio por deseo, por anhelo... Y al final se queda en nada... se esfuma en un segundo, se revela en contra de mí, me hace sufrir, me queda a medias después de tanto esperar, me sorprende si lo miro de reojo y lo veo adelantado y de repente continua, o lo que es peor, si saber porqué lo encuentro desfasado, atrasado y con fecha caduca. Y me sumerjo en un efecto mariposa en el que todo esfuerzo, espera, tesón, consejo y autoconvencimiento se desvanece sin posibilidad de actualizar, de recuperar, de continuar, de quitarme el reloj sin más... Y vuelta a empezar... otra vez las doce.. cada doce... y así hasta que me muera, mirando el reloj, tengo toda la vida.. al fin y al cabo la vida es el tiempo en el que se respira, sea o no lo que uno quiere respirar.